joi, 27 decembrie 2018

El beso llave (Vasko Popa)


En la orilla del Lago Pátzcuaro
Me salió al encuentro
La más joven madre de la lengua purépecha

Su cuerpo fue esculpido
De maíz y de caña

Sus ojos eran brasas
De su contemporáneo volcán Paricutín
Los labios y el sexo de cobre ardiente

Me pidió que la comiera
Si ese era el último día
De su pueblo y su lengua

Le contesté
Cama puti mukua
(Dame un beso)

Pátzkuaro, 1981

luni, 24 decembrie 2018

Nochebuena (Eduardo Galeano)

Fernando Silva dirige el hospital de niños en Managua.

En vísperas de Navidad, se quedó trabajando hasta muy tarde. Ya estaban sonando los cohetes, y empezaban los fuegos artificiales a iluminar el cielo, cuando Fernando decidió marcharse. En su casa lo esperaban para festejar.

Hizo una última recorrida por las salas, viendo si todo queda en orden, y en eso estaba cuando sintió que unos pasos lo seguían. Unos pasos de algodón; se volvió y descubrió que uno de los enfermitos le andaba atrás. En la penumbra lo reconoció. Era un niño que estaba solo. Fernando reconoció su cara ya marcada por la muerte y esos ojos que pedían disculpas o quizá pedían permiso.

Fernando se acercó y el niño lo rozó con la mano:

-Decile a... -susurró el niño-

Decile a alguien, que yo estoy aquí.

sâmbătă, 22 decembrie 2018

Las respuestas se han acabado... (Roberto Juarroz)


Las respuestas se han acabado.
Quizá nunca existieron
y sólo eran espejos
enfrentados al vacío.

Pero ahora también las preguntas se han acabado.
Los espejos se han roto,
hasta los que no reflejaban nada.
Y no hay modo de rehacerlos.

Sin embargo,
tal vez quede en alguna parte una pregunta.
El silencio es también una pregunta.

Resta un espejo que no puede romperse
Porque no se enfrenta a nada,
porque está adentro de todo.

Hemos encontrado una pregunta.
¿Será el silencio también una respuesta?

Quizá a determinada altura
las preguntas y las respuestas son exactamente iguales.

miercuri, 19 decembrie 2018

Tal vez no sepas nunca cuándo y cómo... (Julia Prilutzky)


Tal vez no sepas nunca cuándo y cómo
quise salvar mi amor, tu amor. El nuestro.
Una vez será tarde.
Yo presiento
esa herida que avanza,
ese cierto dolor de no querernos.
Cómo decirte ahora:
mírame aún, así, trata de verme
como soy, duramente.
Con mi ternura. Claro, y mis tormentas.
Cómo decirte: sálvalo, si quieres
y cuídalo. Se te ha ido de las manos,
se me va de la sangre y no regresa.
Cómo decirte que te quiero menos
y que quiero quererte como entonces.
Y que entiendas
y no te encierres más.
Y me dejes creer en ti, de nuevo.
Cómo decirte nada.
Un día será tarde. Tarde y lejos.

luni, 17 decembrie 2018

Manos de fresa (María Gómez Martínez)


"Técnicos de Asaja y Freshuelva se trasladan a Rabat para iniciar los trámites y acordar el perfil de las temporeras. Aún está por determinar el contingente total que vendrá para la recolección."

Diario Huelva Información, 16.12.2018

‘Freseros Reunidos’
salen de expedición.
Buscan en África herramientas delicadas
y retornables,
que cumplan su trabajo sin riesgo de deformarse,
pesen poco,
ocupen menos y
sean silenciosas como la niebla.
Herramientas última generación, eficaces
e inadvertidas,
desenfocadas, transparentes.
Herramientas africanas transportables
hasta la finca en donde convivirán
en la caja de herramientas con otras hermanas
suyas tan retornables y silenciosas

Los expedicionarios salen, corren sin tiempo que perder,
subvenciones públicas mediante,
llegan al templo del bien y del mal
e inspeccionan las manos-herramientas,
las palmas, los dedos, las uñas
escaparate perverso, galería siniestra
de la cámara de las indignaciones

Las madres-manos-herramientas
pelean en la sala de espera de aquella colonia,
compiten ante el patrono y exhiben
sus dientes nacarados
apenas sin estrenar,
manos bellas de tanto acariciar niño triste.
Estas manos que, desde la cara de mi niño
van a la mata de su fresa, mire usted,
señor tratante de género
humano,
estas manos que no abrieron nunca un libro,
aquí están para lo que sirva usted mandar.
Manos tiernas, boca cerrada,
cuerpo joven y femenino.
Sin tacones y sin derecho a la tierra.

Mujeres-5,28€ la hora,
dignas de un Dorado de plástico fugaz
recompensadas con una nueva selección para la temporada
fresera próxima, si se portan bien
si vuelven a casa a la hora de la cenicienta,
con sus harapos a cuestas, descalzas y sin el príncipe azul.
Volverán a los fogones de campaña,
mujeres-tierra-sudor-savia moneda de cambio
al mejor postor.
Mujeres-manos-tenazas-cuchillos
traídas con billete de vuelta y vuelta a empezar
mujeres-combustible, que no pare la máquina,
mujeres-incubadora de hijas que seguirán sus pasos de silencio
por las tierras de otros,
sembrando sueños y cosechando calabazas.

joi, 13 decembrie 2018

Atardecer (Oliverio Girondo)


ÍBAMOS entre cardos,
por la huella.

La vaca me seguía.

No quise detenerme,
darme vuelta.

La tarde, resignada,
se moría.

Íbamos entre cardos,
por la huella.

Su sombra se mezclaba
con la mía.

Yo miraba los campos,
también ella.

La vaca, resignada,
se moría.

marți, 11 decembrie 2018

El reflujo de una flor... (Roberto Juarroz)


El reflujo de una flor
corrige la transparencia del cristal
y la imagen se queda de su lado.

El reflujo de la transparencia
devuelve así la flor a la flor.

Atravesar la transparencia
es en cambio abolir todo regreso.

Y aunque el regreso no exista
es preferible no borrarlo.

sâmbătă, 8 decembrie 2018

Estación profética (Amparo Osorio)


Crepúsculos ajenos
destinos vanos
presentes irreales

¡Desperdicio!

Nada pueden mis ojos cambiar.
Ni las palabras dichas o calladas
ni el rostro de la muerte
inventariado en los pliegues de la sombra.

Olvidos. Cientos de olvidos
y húmedas crisálidas
–guardianas de las tumbas–
avanzan a pesar de mi sollozo.

Se cumplen los relojes
con su cuota de espanto.

marți, 4 decembrie 2018

Compañeros andaluces


Compañeros andaluces, nombres anónimos que a pie de calle ondeáis la bandera del antifascismo:
He apretado vuestras manos como se aprietan las ideas que se llevan hasta la muerte.
He caminado a vuestro lado por esa tierra emputecida tan llena de injusticias y he compartido palabras y vino en tardes que nunca terminan.
He comprobado que vuestro coraje no se desgasta con los años si no que se estrena una y otra vez con cada día.
Os he visto en el arte, en la literatura, en el cante.
Os he visto arañando la memoria de los asesinados.
Os he visto solidarios con el inmigrante, solidarios con otros pueblos, de frente frente al imperio.
Compañeros, la lengua bífida del fascismo se estrenará en vuestro parlamento, bajo vuestro mismo techo, pero podía haber sido bajo el nuestro.
Nada nos separa.
Siempre hubo, en todos los lugares, esclavos contentos que a pesar de su hambre antigua besan los pies de quienes tienen en propiedad el suelo, el cielo y el aire.
Compañeros antifascistas, hombres y mujeres de bien que nunca claudicáis: hoy necesitamos el pecho frío, el puño alzado, las venas ardientes y esa lucha solemne y ejemplar que asciende desde las raíces por toda Andalucía.