miercuri, 28 decembrie 2011

LXXXIX (William Shakespeare)


Pongamos que no sé por qué defecto
me abandonas: yo ilustraré esa falta.
¿Que hablas de cojera? Seré cojo,
y no desmentiré tales razones.

Por más que tú acomodes los motivos,
no puedes, amor mío, rebajarme
como lo haría yo: si es lo que quieres,
seré un desconocido a quien no tratas,

huiré de tus paseos, y mi boca
no albergará tu dulce nombre amado,
no sea que, profano, lo deshonre
si hablo, en un desliz, de lo que fuimos.

Prometo estar del lado de tu causa,
pues no debo querer a quien detestas.

(William Shakespeare)

Traducción de Christian Law Palacín

duminică, 25 decembrie 2011

De todas las máquinas... (Antonio Machado)


De todas las máquinas que ha construido el hombre, la más interesante es, a mi juicio, el reloj, artefacto específicamente humano, que la mera animalidad no hubiera inventado nunca. El llamado homo faber no sería realmente homo, si no hubiera fabricado relojes. Y, en verdad, tampoco importa mucho que los fabrique; basta con que los use; menos todavía: basta con que los necesite. Porque el hombre es el animal que mide su tiempo.

* * *

Sí; el hombre es el animal que usa relojes. Mi maestro paró el suyo -uno de plata que llevaba siempre consigo-, poco antes de morir, convencido de que en la vida eterna a que aspiraba no había de servirle de mucho, y en la Nada, donde acaso iba a sumergirse, de mucho menos todavía. Convencido también -y esto era lo que más le entristecía- de que el hombre no hubiera inventado el reloj si no creyera en la muerte.

De "Juan de Mairena".