En estos malos tiempos para la lírica, para la libertad de
expresión y la palabra, para las verdades como puños, las del barquero; en
estos tiempos de censura, inquisición y pensamiento único (que no es otra cosa
que no pensamiento y represión de los que tratan de pensar con criterio
propio), este poema de Blas de Otero.
No quiero que le tapen la cara con pañuelos
Escribo; luego existo. Y, como existo
en España, de España y de su gente
escribo. Luego soy, lógicamente,
de los que arman la de dios es cristo.
¡Escribir lo que ve!, ¡habráse visto!,
exclaman los hipócritas de enfrente.
¿No ha de haber un espíritu valiente?,
contesto.
¿Nunca se ha de decir lo que se siente?,
insisto.
No. No dejan ver lo que escribo
porque escribo lo que veo.
Yo me senté en el estribo.
Y escribí sobre la arena:
¡Oh blanco muro de España!
¡Oh negro toro de pena!
Blas de Otero (de "Que Trata de España" ―1964)
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